“Un libro es un espejo mágico y una ventana: allí ves tus ideas pero también otras cosas,
conoces ideas ajenas y viajas a mundos distintos. Un libro es el mejor medio de transporte:
te lleva lejos, no contamina, llega puntual, sale barato y nunca marea”.
Juan Villoro

6 de septiembre de 2011

Vagabundas

Mi reseña en Revista Ñ, sobre el libro Vagabundas de Fernanda García Lao.
3/9/2011.


Esta nueva obra propone una historia que se desgaja en múltiples relatos. Construidos a partir de la narración del deseo femenino, cada uno de ellos exhibe el sentimiento instintivo de la errancia como motor y esencia de la vida de una serie de mujeres.

El estilo narrativo y una estética singular, configurada a través de la concepción audaz de García Lao y potenciada por las alternativas del diseño y la edición, hacen de esta novela una verdadera puesta en escena discursiva.

Ecos de la dramaturgia, rasgos de la prensa escrita y compases musicales –todos ámbitos que la autora conoce y transita con comodidad– emergen en una obra cimentada sobre múltiples escenografías, puntos de vista inusuales y el contrapunto entre narración literaria, discurso periodístico y fuente testimonial.

Si bien el libro se organiza en tres partes –o más bien en tres “actos”–, está abierto a destinatarios erráticos y, por ende, admite un recorrido desordenado y no lineal, según indica una advertencia al inicio del texto y que cualquier experiencia de lectura puede avalar y ratificar. A partir de ciertas pruebas empíricas que sostienen la teoría de la existencia de una población femenina “escapista”, es decir mujeres propensas a la errancia, la novela construye el prototipo de “vagabunda”, del que Eusebia Escobar es su principal exponente. Se trata de una mujer de principios de siglo XX, de naturaleza netamente nómade pero que por diversos factores –como el amor o la maternidad– ha permanecido durante años en un mismo lugar...